viernes, 22 de febrero de 2013

CHEYRE RESISTIDO POR LOS DDHH


Asociaciones de víctimas, Agrupaciones de ex presos políticos  y abogados de derechos humanos criticaron este viernes el nombramiento como jefe del Servicio Electoral (Servel) del general retirado Juan Emilio Cheyre, al que acusan de ser cómplice de crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Cheyre, que ya en democracia, entre 2002 y 2006, fue comandante en jefe del Ejército chileno, asumió su nuevo cargo el pasado lunes tras ser elegido como presidente del consejo directivo del Servel por el resto de sus nuevos integrantes, un politólogo y tres abogados.
Todos ellos formaban parte de la propuesta del Gobierno de Sebastián Piñera, que fue aprobada el pasado 23 de enero por el Senado con 34 votos a favor y dos abstenciones.
El abogado y parlamentario integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Hugo Gutiérrez, señaló que “el general Cheyre tiene muchas actuaciones oscuras cuando permaneció en servicio activo”. Gutiérrez dijo que “hay testigos en el proceso que indican que Cheyre fue uno de los oficiales que dieron el tiro de gracia en la cabeza a los 15 asesinados por el escuadrón del general Sergio Arellano”, en un regimiento de la ciudad de La Serena el 16 de octubre de 1973.
Según el proceso por estos crímenes de la llamada Caravana de la Muerte, en el que Hugo Gutiérrez fue abogado querellante, en esa fecha Cheyre era teniente y ayudante del comandante del regimiento “Arica”, el coronel Ariosto Lapostol. Como tal, fue Cheyre quien el mismo día acudió a la redacción del Diario El Día de La Serena para informar de que las 15 personas habían sido “ejecutadas por un Tribunal Militar, conforme a lo dispuesto por los Tribunales Militares en tiempo de guerra”, añadió.
Sin embargo, según quedó establecido en el expediente que  los 15 prisioneros fueron ajusticiados sin juicio previo. Días antes, algunos de ellos habían sido condenados por un Consejo de Guerra a penas de 541 días, tres y cinco años. Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, indicó que mientras estaba en el regimiento “Arica”, Cheyre “fue cómplice en el secuestro” de un niño de dos años al que entregó después a unas monjas.
“Cheyre mintió diciendo que era huérfano porque sus padres, el argentino Bernardo Ledjerman y la mexicana María Ávalos, eran terroristas que se autodinamitaron al fracasar su huida a Argentina”, aseguró Pizarro.  Sin embargo, el proceso instruido en Chile estableció que fueron integrantes del regimiento “Arica” quienes, el 8 de diciembre de 1973, acribillaron a la pareja en un paraje natural cerca de la frontera con Argentina.  Por este doble crimen, un tribunal chileno condenó en 2007 a diez años y un día como coautores a tres militares retirados, al tiempo que consideró que Cheyre y el entonces comandante del regimiento, el coronel Lapostol, no participaron en ese delito.
Sin embargo, ninguno de ellos reveló nunca a la justicia cómo murieron los padres del menor, alegando desconocerlo.  Pizarro aseguró además que, según ex prisioneros políticos, el general retirado “participó en allanamientos en La Serena actuando con extrema violencia, como también en sesiones de torturas”. Por otra parte, Hugo Gutiérrez recordó que Cheyre, durante su periodo como comandante en jefe del Ejército, aseguró a los tribunales que esa institución no contaba con una lista de agentes de la DINA que varios jueces le solicitaban. No obstante, en 2008, siendo comandante en jefe el general Óscar Izurieta, la institución entregó al juez Alejandro Solís una lista con más de mil agentes que habían pertenecido a la DINA”, sostuvo Gutiérrez.

viernes, 15 de febrero de 2013

EL ESTRÉS


La mujer fue concebida para cumplir misiones muy específicas: para cuidar de otros, para reducirles el miedo y para disminuirles el estrés  Esta lección es acerca del estrés, obstáculo que obstruye e imposibilita la vida productiva mientras roba la felicidad a tantas personas en el mundo.
Estrés laboral
Esta lección es asimismo una recapitulación de conocimientos para tratar de asistir de manera práctica a las víctimas silenciosas de esta respuesta emocional en un esfuerzo a soportarlos en su búsqueda de alivio.
El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, cierta cantidad de estrés (activación) es necesario.
En general tendemos a creer que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas El estrés no tan solo nos incide negativamente sino que empeora toda condición que nos afecta, desde "el mal de amor" y los celos, hasta las malas notas, la obesidad y las depresiones. El estrés es tan poderoso que puede conducir hasta la muerte .
Muy poco
La obra popularizada que mejor expone la fenomenología de este singular problema es, de manera indisputable, Why Zebras don"t get ulcers… por Robert Sapolsky.
Libro en necesidad de revisión urgente, ya que en pg. 79 --- entre otras cosas --- omite como causa de las úlceras pépticas la comprobada presencia nociva en el estómago del Helicobacter pylori, descubrimiento que le ganó un Premio Nobel en el 2005 a los australianos Barry Marshall y Robert Warren.
En el nombre de la ciencia y para apaciguar los científicos escépticos, Barry Marshall se produjo una úlcera intencionalmente cuando bebiera un cultivo de la bacteria causativa, dando corroboración a su tesis.
El estrés y su historia se remontan a la época de Hipócrates y su interés nunca ha disminuido, culminando en las labores de Marshall and Warren, cuya misión se limitó a disipar las teorías que existieran acerca de la etiología de las úlceras, sin descartar la participación del estrés en su progresión, como igualmente sucede en el caso de la obesidad, a la que contribuye. Las respuestas fisiológicas, con las cuales nuestro organismo responde al estrés, son muy eficaces --- por períodos limitados --- en ayudarnos a sobrevenir felizmente las crisis constantes que nos afectan en la vida cuotidiana.
Cuando el cerebro registra la presencia de una amenaza que nos confronta, una reacción de alarma se desencadena: El Hipocampo cerebral descarga la hormona Factor Secretante Corticotrópico (FSC), la que induce a su vez la liberación, desde la glándula Pituitaria, de la Hormona Adrenocorticotrópica (HACT), esta hormona se despliega en la sangre mientras envía señales a las glándulas suprarrenales para que éstas produzcan moléculas semejantes a los esteroides, llamados glucocorticoides.
Al cabo de unos pocos segundos, el cuerpo enfrenta el peligro percibido: dilatando las pupilas para ver mejor, transpirando un sudor viscoso para resultar resbaladizos si nos atrapan, aumentando la velocidad del latido cardíaco anticipando la necesidad de correr, incrementando la disponibilidad de la glucosa circulante como fuente de energía lista y utilizable, aumentado la velocidad de la coagulación de la sangre para cicatrizar heridas, suspendiendo funciones corporales que no sean esenciales, y alistando poderes extraordinarios de concentración y de vigor. Por medio de estos mecanismos fisiológicos: O se ataca, o se huye del peligro que nos confronta (fight or flight response).

Esta reacción instantánea y extrema no es perjudicial, ya que sirve un buen objetivo, aunque transitorio, pero a un costo de energía muy elevado. Lo que se torna problemático, es cuando estas mismas reacciones se vuelven crónicas y sostenidas, hasta el punto de que personas atascadas en las mismas, sin posible escape, pueden sufrir daños severos, tanto emocionales como físicos.   El estrés como función adaptativa
La reacción descrita se estableció para asegurar nuestra supervivencia frente a los peligros que abundaban en la Selva Primordial. Hoy, las cosas han cambiado, pero el torrente neuroquímico y hormonal para responder a peligros inminentes --- reales o imaginados --- ha permanecido esencialmente inalterado. Lo mismo, podemos decir, que ha sucedido con nuestra respuesta a la escasez de comida, causa mayor del estrés. El problema resultante, en ambos casos, es que soluciones que fueran favorables de antaño, ya cesaron de serlo --- a menudo, perjudicándonos --- en lugar de conferirnos ventajas.  Veamos la razón
Hoy día, todos nuestros riesgos no son tan puros y simples como de antes solían ser. En tiempos pasados, peligro era la erupción de un volcán, un terremoto, un ciclón, la escasez colectiva de comida para la tribu, la invasión inminente por una horda hostil, una epidemia, o el ataque imprevisto por enfermedad o animal salvaje. Peligros eran sujetos a ser calificados y a ser cuantificados. Nadie temía a la intrusión de un manojo escaso de guerreros pobremente equipados a los cuales su propia agrupación tribal los excediera en números y en armamentos.
Celos
Nadie temblaba al encontrar un gato en su camino, en lugar de su versión magnificada, en un tigre. Pero en nuestra sociedad "moderna", llena de simbolismos representantes del pasado, es muy fácil que un examen universitario o médico, la subida de los precios para adquirir la comida o la gasolina, el contenido de una carta, la evaluación injusta hecha por unprofesor, el hecho de engordar unas libras, las palabras críticas de otra persona, la pérdida de posesiones banales, el rechazo de un amante, el vencimiento del plazo de una deuda, el enterarse del divorcio de los padres --- en esto, no importa cuál sea nuestra edad --- la quiebra habituadas de los bancos mundiales, la falta de oportunidades, debidas al color de la piel, afiliación religiosa, u otras cosas "injustas", elevan la producción de los glucocorticoides del cuerpo, como si se estuviese enfrentado peligros mortales, característicos de nuestra vida, en el período paleolítico superior.
"Lo peor"
Cuando la ansiedad es crónica, y cuando la depresión emerge de los lugares más recónditos de nuestros cerebros, haciendo simultáneamente sus indeseables presencias, con ello aumenta nuestra vulnerabilidad tanto emocional como física. Es entonces, cuando, nuestros centros de emergencia se preparan para "lo peor". Pero, cuando asimismo, "lo peor" parece que nunca llega, porque "lo peor" es intangible, o porque "lo peor" es meramente una situación indeseable (no un tigre atacándonos), de la cual no puede uno librarse, esta actividad de emergencia aguda se transforma en actividad de emergencia crónica, debilitando los sistemas que fuesen aguzados para responder. Ya que sus acciones fueron diseñadas para ser aplicadas de modo inmediato, no para ser postergadas. De este escenario aberrante se derivan síntomas y condiciones los cuales pueden ser entendidos como psicosomáticos, inducidos por el estrés.
Causa del estrés moderno
Entre ellos se cuentan los dolores neuromusculares y los dolores de cabeza, las diarreas agudas y crónicas, las enfermedades digestivas (como puede ser la exacerbación de úlceras pépticas), las migrañas, el insomnio, la obesidad y la astenia. Casi todo síntoma emocional, incluyendo la ansiedad vaga y difusa, los ataques de pánico, los terrores nocturnos y las pesadillas, la impotencia genital y la anorgasmia femenina, pueden deber sus causas al estrés sostenido y prolongado.
También puede decirse, que la presencia de cualquier forma de estrés, afecta y disminuye la capacidad de adaptar, ya que ésta interfiere con las funciones del Sistema Inmune que defiende nuestros cuerpos contra toda agresión o desequilibrio. Obviamente, el estrés, con todas sus manifestaciones negativas, no nació en el Siglo XX, ni ha esperado hasta la alborada de este nuevo siglo para hacer su debut. Lo que sí parece ser posible, es que la metáfora que augura el desastre ("lo peor") que nunca llega, sea parte residual de adaptaciones, propias de un período en nuestro pasado, en el cual el estrés era repentino, aunque transitorio.
Frente al peligro, representado por el estrés, el hipotálamo que en sus funciones dependiera la facultad de acumular reservas grasas para adaptarse a crisis potenciales, nos conduciría a comer más para aumentar libras adicionales, como función de la retención de líquidos y del metabolismo eficiente, acopiando reservas adiposas. Por ello el estrés nos hace engordar.
El poder de los grupos
Para adaptarse mejor, una lección puede derivarse de nuestros predecesores, y ésta puede ser expresada en una expresión muy común: "nadie puede vivir en aislamiento total"
Colitis
Beneficiémonos, entonces, del poder que nos brindan la afiliación a los grupos y de la terapia para confrontar el estrés, como lo harían nuestro antepasados paleolíticos, quienes no se tornaban obesos cuando el estrés los frecuentaba. En su lugar, como tanto hemos visto en tribus y sociedades primitivas, el estrés se compartía y se repartía entre todos, haciendo un esfuerzo colectivo para encontrar soluciones eficientes a las crisis confrontadas.
Más de la mitad de los adultos han padecido o padecen estrés, según la Asociación Internacional para Estudio del Estrés. La palabra estrés tuvo su uso inicial en las ciencias Físicas, y no fue hasta los años treinta del siglo XX cuando Hans Selye comenzara a utilizarla para referirse a las circunstancias y acontecimientos que impactan en la vida de una persona y producen reacciones en ella.
El estrés es un fenómeno fisiológico normal, representando la respuesta que emite un organismo ante estímulos percibidos como amenazantes. Por eso, el buen estrés es positivo: ayuda a soportar situaciones exigentes y a reaccionar frente a las demandas del entorno. El estrés negativo o angustia aparece cuando el organismo no es capaz de adaptarse a la situación, de dar respuestas adecuadas a las demandas del entorno. Entonces, se produce una activación y ansiedad desmesurada, acompañada de incapacidad para centrarse eficazmente en las tareas. El malabarista ejecuta sus maniobras con tres bolas, después con cuatro, más tarde con cinco, pero al incorporar la sexta, se le caen todas las bolas, no sólo la sexta.
Dismenorrea
Las personas tienen una limitada capacidad de trabajo y de respuestas a las situaciones. Cuando se nos exige más de lo que somos capaces de dar en un momento preciso, podemos bloquearnos de tal manera que no nos sería posible realizar tareas sencillas que apenas representaban dificultad. Para responder a las exigencias cotidianas y a las situaciones extraordinarias necesitamos un cierto grado de activación, de tensión. Si es insuficiente, no reaccionaremos bien, pero si la tensión es excesiva, podemos quedar incapacitados para responder. Evite que, en su empuje, el estrés lo aplaste.
El estrés no aparece de manera repentina, se considera que existen tres fases:
Fase de alarma: en el momento de enfrentarnos una situación difícil o desconocida, nuestro cerebro analiza los nuevos elementos, los compara recurriendo a la memoria de coyunturas similares y si entiende que no disponemos de energía para responder, envía órdenes para que el organismo libere adrenalina. El cuerpo se prepara para actuar, acelerando la frecuencia cardíaca, elevando la presión arterial, tensando los músculos; lo que resulta en una reacción biológica que nos prepara a actuar.
En este primer estado, puede notarse la actividad benéfica de la angustia-señal.
La fase de resistencia: durante ésta, el individuo se mantiene activo mientras dura la estimulación y aunque aparecen los primeros síntomas de agotamiento, sigue reaccionando bien.
Cuando la situación estresante cesa, el organismo retorna a la normalidad.
La fase de agotamiento: si la amenaza, los estímulos y demandas no disminuyen, el nivel de resistencia termina por agotarse, apareciendo de nuevo la alarma. Es entonces cuando se comienzan a sufrir problemas físicos y psíquicos. Según Hans Selye, "el estrés se convierte en peligroso cuando aparece con frecuencia, se prolonga de modo inusual o se concentra en un órgano determinado del cuerpo".
Jaqueca
El estrés no sólo tiene repercusiones psicológicas, sino que también afecta nuestro estado de salud física.
Sistema gastrointestinal: el estómago segrega más ácidos. Si la situación se mantiene, las paredes de este órgano terminan irritándose. La sangre que lo irriga se desvía, alterando el proceso de la digestión. Muchas úlceras gastroduodenales y la colitis ulcerosa son exacerbadas por situaciones crónicas de estrés.
Sistema muscular: la tensión aparece en forma de contracturas a distintos niveles: mandíbula, cuello, espalda, dolores en las piernas.
Sistema respiratorio: la respiración se acelera y se vuelve entrecortada. Se tiene la sensación de que el aire no llena los pulmones.
Sistema cardiovascular: se liberan adrenalina y norepinefrina, que hacen que el ritmo cardíaco y la presión arterial aumenten. Se produce una dilatación de los vasos sanguíneos y retención generalizada de fluidos.
La piel: la sudoración se torna profusa. Y, cuando el estrés es prolongado, pueden surgir patologías dermatológicas vinculadas a estados de ansiedad. Cuando surgen estos síntomas "funcionales" (sin causa orgánica aparente), se produce una retroalimentación negativa que reactiva los procesos biológicos de alarma y redobla la sintomatología.
Dispepsia
Cuando los síntomas del estrés comienzan a perjudicar nuestra calidad de vida causando sufrimiento psicológico, irritabilidad, disminución del rendimiento laboral, dificultades de concentración, insomnio o visión pesimista de la realidad, debemos recurrir a ayuda especializada. No se puede huir permanentemente de las situaciones que producen estrés. Alguna vez hay que afrontarlas, y para ello disponemos de herramientas que serán válidas si se aplican con el juicio y la asistencia requeridos.
Veamos algunas
Fármacos: tranquilizantes o antidepresivos (siempre bajo prescripción médica), indicados para reducir la ansiedad. Muy útiles si se complementan con otros tratamientos que ayudan a eliminar las causas del estrés, y no sólo los síntomas. Algunos son adictivos si se usan de manera extendida.
Técnicas de relajación: métodos que combinan la respiración profunda que garantiza una buena oxigenación con la flojedad de los músculos. Un cerebro bien oxigenado y que percibe el bienestar de la relajación muscular está mejor preparado para percibir positivamente la realidad problemática. Hay muchas técnicas conocidas, pero conviene descartar las que conllevan manipulaciones de la personalidad o que son científicamente dudosas.
Técnicas cognitivas: métodos psicológicos articulados por expertos. Éstos intentan reestructurar el pensamiento de quien sufre, para que aprenda a interpretar adecuadamente las situaciones que le producen malestar.
Los masajes y las maniobras pasivas del cuerpo: relajan los músculos y estimulan la circulación sanguínea. Las técnicas pueden incluir el masaje profesional.
La hidroterapia: El agua, a presión y temperatura adecuadas, es un elemento relajante. Las terapias en balnearios de efluvios termales y la talasoterapia han vuelto a ponerse de actualidad.
La terapia Terpsícore: usa la música (normalmente, instrumental y sin estridencias) como elemento relajante.
Dormir lo necesario. Lo "normal" dicen que son ocho horas, pero depende de cada persona. El sueño debe ser reparador, hemos de sentirnos descansados cuando nos levantamos de la cama.
Hacer ejercicio físico, adaptado a la edad y condición del individuo, ayuda a liberar tensiones y facilita el aumento de endorfinas, sustancias que provocan sensaciones placenteras.
Cuidar la alimentación. No sólo llevar una dieta equilibrada, sino comer con tiempo suficiente, evitando las bebidas estimulantes, las grasas y los azúcares.
Técnicas de relajación. Tomarse quince o veinte minutos al día para practicar estas técnicas. Si no se conocen, intentemos informarnos. La siesta diaria, aunque breve, es una buena opción...
Organizar bien el tiempo. La precipitación, las prisas y la acumulación desordenada de tareas causan estrés. Dediquemos a cada cosa su tiempo, sin olvidar reservar un espacio para nosotros mismos.
Separar el trabajo de la vida personal. No llevar trabajo a casa y aprender a olvidarse del mismo cuando no trabajamos. Una opción: buscarnos otras distracciones, obligatorias, cada día.
Aprender a comunicar nuestras cosas. Hablar de nuestros problemas con gente de confianza o un terapeuta alivia tensiones internas.
Romper la monotonía. La rutina es un factor que acompaña a la tensión emocional y genera insatisfacción y aburrimiento. Busquemos actividades diferentes para hacer cada día.
Yoga
Según los investigadores, cada acontecimiento extraordinario provoca su propio grado de estrés. Si la suma de las cifras que figuran en este cuadro supera 150 en un año, la persona tiene una probabilidad del 50% de padecer estrés. Si es mayor de 300, llega al 90%.
Muerte del cónyuge
- Divorcio
- Separación conyugal
- Encarcelamiento
- Muerte de familiar cercano
- Enfermedad grave
- Matrimonio
- Pérdida del empleo
- Reconciliación conyugal
- Jubilación
- Deterioro en la salud de un familiar
- Embarazo
- Dificultades sexuales
- Entrada inesperada de un nuevo familiar
- Cambios en el estado financiero
- Muerte de un amigo íntimo
- Cambio de tipo de trabajo
- Comienzo de disputas familiares
- Desembolso importante de dinero
- Vencimiento de hipoteca o préstamo
- Problemas con la ley
- Triunfo personal sobresaliente
- Cónyuge que abandona o comienza el trabajo
- Cambios de hábitos personales
- Problemas con los superiores
- Cambios en el trabajo
- Cambios en los hábitos de sueño
- Cambio en los hábitos dietéticos
- Vacaciones
100
73
65
63
63
53
50
47
45
45
44
40
39
39
37
36
35
35
31
30
29
28
26
24
23
20
16
15
13

Masaje
El estrés es tan ubicuo y tan omnipresente en la vida, que aún las vacaciones (evento, supuestamente, feliz) y el matrimonio, que lo debiera ser, se supone que lo causan. El estrés, como síntoma y como experiencia, hay que domarlo o a su vez nos doma a nosotros… Para reconocerlo en sus etapas tempranas es útil saber de la existencia del fenómeno de la angustia-señal.
Por ello, hay que aprender a superar las crisis de la vida, desglosándolas, entendiendo sus componentes, y poniéndolas en sus propias perspectivas --- ya que saber vivir es un arte


EL ROBO DE LA TIERRA DONDE PISAMOS


Ya no da para más. Sí, no podemos negar que desde que el capitalismo ganó la guerra por el predominio mundial, el progreso se instaló en la sociedades provocando el avance más vertiginoso que se haya visto en la historia de la humanidad. Pero, proporcional a su éxito, el impacto ambiental fue tan profundo que son innegables sus consecuencias en el planeta. Durante tres años, 300 especialistas coordinados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA ) elaboraron el informe GEO-5, que alarmó sobre las alteraciones que provoca la actividad humana sobre ecosistemas causando cambios “sin precedentes abruptos e irreversibles”,  que desencadenará la “sexta extinción”.
Los recursos naturales son y fueron la piedra angular del sistema económico actual. Por  lo mismo los grandes problemas de la sociedad y el medio ambiente radican en las formas de explotación que no responden a una lógica de sustentabilidad, justicia y conservación, sino a cánones macroeconómicos que para su mantención deben estimular la sobre explotación de los recursos.
De hecho, el reporte anual 2012 sobre el estado del planeta elaborado por  WWF,  en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red Global de la Huella Ecológica y la Agencia Espacial Europea (ESA), arrojó que en poco menos de 40 años han disminuido los ecosistemas en 30%, afectando a  9.000 poblaciones de más de 2.600 especies. Además la biodiversidad tropical se ha mermado en un 60%.
En consecuencia, el estudio muestra que utilizamos 1.5 planetas para satisfacer nuestras necesidades y que para 2030 ascenderá a dos planetas completos, lo que quiere decir que vivimos hasta la mitad del año con lo nuestro y después gracias a un sobre consumo similar a si uno viviera sobregirado con un endeudamiento estructural a causa del crédito.
No se trata con volver a la dialéctica de la Guerra Fría, pues sabemos que el Estado como estructura centralizadora de los medios de producción tampoco ha sido capaz con el desafío de preservar la biodiversidad y la vida de los mismos ecosistemas, porque sea quien sea (público o privado) el que le esté echando agua, o más bien, el petroleo al molino, estará haciendo girar sus aspas de forma inevitable hacia el colapso. Cómo olvidar la desaparición del mar de Aral ,  elaccidente nuclear en Chernobil o la escandalosa contaminación en China.
Ahora bien, los Estados tampoco pueden ser plataformas colaboracionistas con la depredación. Es impresentable que sean nuestras mismas constituciones las que den marco legal a prácticas empresariales,  aberrantes que nos despojan del derecho esencial de la ciudadanía a ser soberanos del territorio al cual se pertenece.
Cuando nos fijamos en los conflictos que a diario aquejan a las naciones nos daremos cuenta que el tema medioambiental es el que da origen al económico y político. Ya me lo han preguntado ¿Karen, qué tiene que ver la política con todo esto? La respuesta es bastante simple. El agua, el suelo, el aire, el sol y todo lo demás, incluyendo personas y animales tiene propietarios que son protegidos para lucrar y alentados para expandir su negocio, pasando por alto las externalidades negativas que pudiesen haber. El tema es en evidencia político.
La columna de José Ancalao en The Clinic, Enemigos Poderosos, reconoce que el conflicto chileno-mapuche es alentado justamente por el Estado al bonificar plantaciones forestales de privados en un 75% y en algunos casos, durante los gobiernos de la Concertación, alcanzando el 90% de la inversión:”Una empresa forestal invierte 10.000 millones de pesos en plantaciones, el Estado con el dinero de impuestos de todos los chilenos ya endeudados por educar a sus hijos le devuelve 9.000 millones de pesos a esos empresarios que se reúnen bajo el conocido eslogan de “Bosques para Chile”. Esto ha sucedido con otras industrias como la del salmón, donde es el Estado el encargado de invertir el grueso del monto, muchas veces sin importar su retorno, su viabilidad o su lógica de progreso con las comunidades y el medio ambiente, sino que respondiendo al modelamiento de una “imagen país”.
El dirigente estudiantil mapuche, revela un punto del todo importante en el asunto de la pertenencia versus la propiedad: “Hoy las empresas forestales que en algún momento fueron del Estado son dueñas de más de 3 millones de hectáreas, cantidad que supera al menos en un 60% la superficie total de propiedad indígena de todo el sur de Chile.” Pero ojo, este no es un tema territorial exclusivamente mapuche. El tema de los recursos naturales no hace distinción con respecto a etnias, sino que hace tabla rasa frente a un pueblo proletario y no propietario que no puede aspirar a lo último atrapado en las categorías de clase y las ilusorias ofertas de movilidad social por medio de placebos como el estudio o el emprendimiento, que sabemos, no siempre funcionan, más cuando el endeudamiento es la única vía para apelar a ellos.
Si miramos el caso de Petorca y el robo de agua por parte de propietarios que se amparan en la normativa de la  Dirección General de Aguas, organismo público dependiente del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y creado bajo la Constitución del 80, que en su Código de Aguas, asigna los derechos de aprovechamiento de aguas superficiales y subterráneas, expresando que no puede intervenir sobre el uso que el privado haga de un derecho de aprovechamiento de agua ya asignado, tanto como en sus redes de poder político y económico, entenderemos que es un asunto tan generalizado como antiguo.
Rodrigo Mundaca, líder del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la protección del Medio Ambiente, MODATIMA, asegura que uno de los factores responsables de la crisis del recurso hídrico es la apropiación ilícita que el político Edmundo Pérez Yoma ha hecho del agua en sus terrenos. Esto no tardó en valerle  una querella criminal por injurias, tomando como pruebas todas las participaciones en los medios de comunicación del dirigente del mencionado movimiento . Lo más curioso, y en realidad indignante, es que el abogado querellante es Rodrigo Weisner, Director nacional de la Dirección General de Aguas (DGA) durante el gobierno de Bachelet – donde Pérez  fue Ministro del Interior.
Hablé hoy mismo con Rodrigo Mundaca que escribió para Ciper, La privatización de las aguas en Chile viola los derechos humanos, donde destaca que el 90% de los derechos de aprovechamiento de aguas consuntivas (no devuelven un caudal al río) se encuentra en manos de empresas mineras y agroexportadoras, mientras que prácticamente el 100% de los derechos de aprovechamiento de aguas no consuntivos (devuelven un caudal al río) se encuentra en manos de transnacionales como ENDESA.
En esta ocasión hablamos respecto a las verdaderas razones del extenso corte de agua que afectó a Santiago, que Aguas Andinas – sanitaria con un  directorio vinculado a una de las mayores fortunas del país: el grupo Luksic y con accionistas de la talla de el ministro del Interior Andrés Chadwick- atribuyó a las lluvias en altura, que generalmente ocurren a 3.000 metros en verano  y no a 5.000 metros como se supone ocurrió el viernes en el Cajón del Maipo,  lo que dificultaba su potabilización al enturbiarla. Estos argumentos no fueron aceptados por la Asociación de Consumidores dirigida por Hernán Calderón que declaró tener serias dudas respecto a la versión de la sanitaria, agregando que ”años atrás existía un afluente proveniente de la laguna El Yeso que inyectaba agua limpia, lo que evitaba los cortes de agua por esta razón”. Claro, ahora El Yeso es parte del Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo junto a los cauces de los ríos Volcán, y Colorado. La verdadera razón de la crisis hídrica de la capital de Chile.
Nuevamente es la privatización amparada por el Estado la que causa la problemática socio-ambiental. Mundaca me plantea que  la privatización de los recursos hídricos, es proceso que se inicia el año 1981, en plena dictadura, pero que se “perfecciona” durante los gobiernos de la Concertación, en particular durante el Gobierno de Frei, y de hecho Aguas Andinas es una empresa derivada de la privatización de EMOS. Y me alumbra que “el año 2011 reportó utilidades por 111 mil millones de pesos, en rigor, es una empresa que ha estado interesada en aumentar sus ingresos, minimizando sus costos de producción, cero inversión…Aguas Andinas es propietaria de 13 mil kilómetros de Cañerías por ende eventos de esta naturaleza pueden suceder, de ripley, aunque usted no lo crea!”.
Uno podría pensar que no aplica la fabula de David contra Goliat, sin embargo el dirigente de MODATIMA sigue firme en su lucha  de consagrar constitucionalmente el acceso al agua como un derecho humano. “Sostenemos recuperar el control público sobre el abastecimiento de agua de bebida” me dice y me recuerda que el año 2010, a fines del mes de julio, Naciones Unidas acogió una moción del gobierno Boliviano, ratificando que el acceso al agua y su saneamiento era un Derecho Humano, esencial e imprescindible. Esta moción fue aprobada con el concurso de 122 países, Chile incluido. Sin embargo las aguas en Chile, transformadas en un bien de capital, dejan a los ciudadanos indefensos frente por ejemplo a los recurrentes cortes de agua, debiendo entenderse con la empresa privada, mientras el Estado de Chile, que debería salvaguardar el interés común, simplemente toma palco.
Discúlpenme, no es que yo sea marxista ni vea rojo en vez de verde, simplemente mi pensamiento crítico me  hace identificar en el capitalismo la razón fundamental de la crisis MUNDIAL causada por la apropiación de los recursos naturales para el usufructo de unos pocos.  Lo vemos en todo lo que tiene que ver con el modelo exportador primario que no es más que la extracción de la vida del planeta. Ya sean sus minerales, peces, árboles, agua y todo ese largo etc que late y da forma a la existencia.
Ya lo dijo  William Burroughs en Expreso Nova , un texto cargado de beligerancia apocalíptica en contra de los dueños del mundo que, parafraseando al inspector J.Lee de la Policía Nova: “han vendido el suelo bajo los pies de los que nunca nacerán. Traidores de todas las almas en todas partes. ¿Necesitan el nombre de Hassan i Sabbah para sus inmundos negociados? ¿Para vender a los no nacidos?”. Esta cruda reflexión la utilicé en la columna: Chile se vende o los recursos naturales como botín de unos pocos en donde caía realmente perfecto.
La última encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) arrojó que un 67% de los chilenos piensa que se debe nacionalizar las empresas privadas que explotan el cobre.Y de seguro los demás minerales metálicos y no metálicos que no fueron preguntados en el muestreo.
Todo indica que los habitantes reclaman para sí el derecho de soberanía, de pertenencia, bajo una lógica de sustentabilidad, justicia y conservación que nos lleve al desarrollo real y no ese manoseado que Al Gore plantea reformular. Ya no da para más. La  única opción es que devuelvan la tierra donde pisamos.
E.M. K.Hermosilla


viernes, 1 de febrero de 2013

BIENVENIDO JUEZ GARZON

Baltazar Garzón visita el país. El juez se ha ganado un lugar en la historia de Chile. Su decisión de llevar adelante exitosamente la captura internacional de Pinochet materializada en octubre de 1998, en Londres, cambió el curso de la transición chilena y le puso acelerador a las instituciones de la justicia humanitaria global, en particular al Tribunal Penal Internacional. Los argumentos de territorialidad y de respeto a la soberanía nacional, que eran conceptualmente poderosos en manos de las autoridades nacionales de turno, fueron ineficaces a la hora de juzgar en Chile al general Pinochet. El dictador murió sin pasar un minuto en una prisión local, pese a sus innumerables delitos .La justicia chilena falló en el caso de Pinochet, como en tanto otros casos durante esas décadas trágicas. Es cierto que muchos jueces valientes sacaron adelante causas difíciles y lograron encauzar a parte de la cúpula de la DINA y de la CNI responsable de los mayores horrores. Y es cierto también que hasta hoy muchos magistrados, como el juez Carroza, siguen trabajando duramente para esclarecer crímenes impunes, pese al paso del tiempo. El esclarecimiento del alevoso asesinato de Víctor Jara es el caso más reciente. Donde más se avanzó, en el caso de Pinochet, fue en materia de sus delitos económicos, que incluyen sociedades truchas, testaferros y encubrimientos para apoderarse de modo ilícito de fondos fiscales. Garzón ha sostenido estos días que, pese a todas las dificultades, se avanzó más en Chile que en su país, España, en el enjuiciamiento de las violaciones a los derechos humanos. El juez ha valorado el trabajo de la Comisión Rettig, de la Comisión Valech y todos los otros empeños destinados a conseguir verdad sobre los sucesos ocurridos, y a producir políticas de compensación y mitigación para con las víctimas y sus familiares, llevados adelante por el Estado chileno en estos años. De modo insólito, la justicia española, que respaldó a Garzón en sus investigaciones a las dictaduras chilena y argentina, lo sancionó por llevar adelante una pesquisa sobre los brutales crímenes del franquismo. Garzón es un juez símbolo de la causa internacional de los derechos humanos, entre otras cosas, por haber sido sancionado por buscar justicia para las víctimas de un caso extremo de irrespeto a los derechos de las personas, como fue lo ocurrido en España a partir de la guerra civil de 1936.
Garzón es un juez con pantalones, que no se achica frente al poder, que no resigna su convicción por la verdad y la justicia a propósito de su carrera profesional. Garzón no hubiese jamás denegado un recurso de amparo en favor de un detenido en condiciones de ilegalidad, como lo hizo sistemáticamente el Poder Judicial en Chile entre 1973 y 1990.